lunes, 15 de junio de 2009

La escritura en el Círculo de Estudio

La escritura como herramienta de trabajo educativo grupal en el Círculo de Estudio

Se pide a los asesores que escriban todo lo que se les ocurra en torno a la siguiente pregunta, conviene escribirla en hojas de rotafolio y que esté a la vista de todos:

¿Cómo es mi rutina en el Círculo de Estudio al inicio, durante y al término de la asesoría?

Es importante propiciar que todos escriban, pedirles que no se fijen en la ortografía, ni en la sintaxis, se trata de escribir lo que piensan, de recuperar su experiencia, lo que han vivido, recrear sus recuerdos, solo ellos pueden decir cómo ocurren sus asesorías, que incluyan anécdotas, retraten situaciones y cómo ocurrieron, pida que empiecen a escribir.

En la medida en que los asesores vayan escribiendo, se les dice que sin dejar de escribir, se va a leer un texto.

Se lee de manera pausada, sin prisa, con voz alta para que todos escuchen. Cuando se vea que algún asesor se detiene para escuchar, se le pide que escriba todo lo que está pensando, que la escritura va más lenta que el pensamiento.

“Es importante no dejar de escribir, lo que les voy a leer tiene relación con la actividad.

Algún asesor podría describir una sesión diciendo: Estoy con un adulto aclarando algunas dudas, los demás realizan las actividades de su libro del adulto, incluso van doblando las hojas donde se les van presentando dudas, cuando paso con ellos abren sus libros ahí y me preguntan, pero ocurre que a algunos cuando les pregunto ¿Qué dudas tienes? me dicen que “ninguna”, paso con otro y luego con otro, así hasta que termina la sesión, nos despedimos. La siguiente semana nos volvemos a ver y ocurre lo mismo, todos sabemos la rutina: Llega el adulto, saluda, se sienta, abre su libro, escribe, puede pasar toda la sesión sin que me llame, o esperar a que pase con él y le pregunte ¿Cómo vamos? me da la sensación de que me espera porque no quiere interrumpirme cuando estoy con otro de sus compañeros.

Más de un asesor podría decir, no siempre es así, en ocasiones preparo un tema y lo expongo, o invito a alguien para que nos explique un tema difícil, o de interés para todos. Pero siempre me surge la pregunta ¿Cómo realizar un trabajo con todo el grupo con tanta diversidad de avances, de módulos, de niveles, de temas y duración de la sesión?

La rutina la entendemos como lo que se hace de manera repetitiva y que al poco tiempo se asume que así es. También es muy común que en el Círculo de Estudio haya una ausencia completa de actividades con todo el grupo, alguna explicación probable sería señalar que los adultos presentan diferentes avances en su aprendizaje, aún cuándo estén estudiando el mismo módulo, o porque están distribuidos en diferente nivel educativo, o estudian diferente módulo o porque la asesoría tiene una duración de un par de horas a la semana, o porque la actividad principal del asesor es aclarar las posibles dudas que se le presentan a cada uno de los adultos.

La mayoría de las veces se atiende de manera individual, esto es cuando el asesor esta con un adulto los demás continúan avanzando en sus módulos de manera individual también, en ocasiones decimos que no puede ser de otra manera, no todos estudian el mismo tema, ni realizan la misma actividad, se presenta una diversidad de situaciones que creemos que no podría ser de otra manera, en apariencia no hay una actividad común de aprendizaje. ¿Qué aprende el asesor en las asesorías? Es suficiente su práctica cotidiana para saber algo del adulto ¿Quién es el adulto? ¿Cómo es? ¿Qué debe saber el asesor de sus adultos? ¿Quién sabe más sobre las características de los adultos que acuden de manera regular al Círculo de Estudio? ¿Es un tema fácil o difícil de abordar? Ustedes en este momento están escribiendo, diciéndonos lo que saben de su rutina diaria de trabajo con su grupo de adultos.

En relación con los contenidos del MEVyT, reflexionemos ¿Son fáciles, porque ya se saben? ¿Son difíciles, porque son muchos? ¿De los contenidos de cada módulo, cuáles hemos leído? ¿Cuáles actividades del módulo necesitan de mayor atención del asesor? Las actividades comunes solo tienen éxito cuándo aceptamos que cada situación es diferente, y son los asesores los que han avanzado más en saber cómo aprenden los adultos con el MEVyT, de ahí se desprenden algunas preguntas ¿Qué debe hacer el asesor? Acompañar al adulto mientras trabaja en su libro, escuchar lo que le preguntan, opinar o sugerir sobre algún tema, dar información complementaria, explicar, cuestionar, aclarar alguna palabra difícil, comprender la pregunta o la duda que se le presenta, pero además puede incluir alguna actividad con todo el grupo.

¿Cómo es mi rutina en el Círculo de Estudio al inicio, durante y al término de la asesoría? ¿Cuál sería el mejor momento para incluir un trabajo con todo el grupo? ¿Qué tipo de actividad incluiría dentro de mi rutina, cuánto tiempo duraría? ¿Cómo puedo aprovechar lo que cada adulto sabe, está aprendiendo o hace, para trabajar con todo el grupo? ¿Cómo incluiría dentro de mi rutina, la lectura en voz alta, o la escritura de los libros del adulto? Darnos cuenta que tenemos dentro de lo diverso una infinidad de situaciones que pueden aprovecharse con todo el grupo, pero lo he de establecer como rutina dentro de mis asesorías. Que tal un momento de lectura en voz alta, de cualquiera de los módulos, para que el grupo conozca un poco lo que uno de ellos está estudiando, luego que comenten lo que entendieron de esa lectura, nos llevaría solo algunos momentos su realización, en qué momento de mi rutina incluiría esta actividad, al inicio, durante o al final, de manera permanente o solo en alguna ocasión y ¿Cuál sería esa ocasión?

Por otro lado, ¿Qué debe saber el asesor? Suponemos que quien ha leído más sobre los módulos es el asesor, sin embargo, ha leído todos, algunos, ¿Qué oportunidades tiene el asesor para leer los libros del adulto que hay en el módulo? es en la asesoría, cuándo está con los adultos ¿Quiénes saben más del MEVyT? los asesores que tienen mayor antigüedad en el Instituto, los que atienden los tres niveles, los que atienden a más adultos, los que dedican mayor tiempo, los asesores que tienen un mayor perfil educativo, en fin puede darse el caso de que no todos los módulos hayan sido utilizados por sus adultos, o porque el asesor no haya atendido un determinado nivel (inicial, intermedio, avanzado), o que no haya representado ninguna dificultad el módulo al adulto y éste jamás le haya preguntado al asesor, o que de manera rutinaria, haya una mínima atención del asesor.

La cuestión es saber lo que podría suceder al trabajar de manera grupal, cambiaría algo nuestra rutina, en un trabajo grupal todos nos enteramos de algo, por ejemplo de lo que cada uno escribió en sus libros del adulto, podría incluir como parte de la rutina el intercambio de libros del adulto, para que realicen una lectura en silencio de lo que escribió su compañero en las actividades, establecerlo como parte de la revisión de evidencias, luego pedir que comenten, de manera respetuosa, podemos decir que la escritura es privada pero también es una actividad pública, se escribe para que otros lean lo que escribimos.

Lo que ustedes hacen al escribir, es único e irrepetible, cada oración, cada idea la fijamos en papel, la representamos y es la mirada de cada uno de nosotros, hablar de lo que se hace en el Círculo de Estudio como si lo estuviéramos viendo, algo así como una novela que describe sucesos, experiencias cotidianas que tienen un principio, lo que ocurre cuando llego a mi sesión de asesoría, un desarrollo que podría ser lo que hace mi grupo, pero también lo que hago de manera rutinaria, lo que aún sin decirlo al grupo ocurre, por el simple hecho de que así sucede cada ocasión que vienen, luego al final, también se presentan situaciones que merecen comentarios, por ejemplo aquellos adultos que les da pena hablar, y se esperan a que no haya nadie para preguntarnos algo, en fin.

Demos unos cinco minutos para terminar de escribir, les pido que así como lo hicieron, con ese ánimo y deseo, realicemos la segunda parte de la actividad, no olviden ponerle a todas sus hojas su nombre completo.

Ahora intercambien sus escritos, Ustedes son autores de lo que escribieron, cuando todos tengan el escrito de su compañero, les pido que lo lean y vayan escribiendo en otra hoja lo que se les vaya ocurriendo a partir de la lectura, se trata de una lectura de comprensión, es decir que sean amables con el autor, démonos cuenta de que todos tenemos una capacidad para interpretar un escrito, sobre todo cuando nos resulta fácil de leer, o cuando por alguna causa interpretamos a partir de lo que se quiso decir, la idea es que logremos escribir la misma extensión que el compañero escribió, pero ahora tenemos en nuestras manos un trabajo a comentar, lo cual debe facilitarnos la escritura.

En su escrito comenten con sus propias palabras, todas esas ideas que le está dando el compañero a partir de su rutina diaria, dense cuanta cómo ocurre, se vale sugerir, motivar, incluso agradecer, todos aprendemos de todos, leer es parte de un acto comunicativo que inicia cuando tenemos algo que leer. En el Círculo de Estudio tenemos lo que escribe el adulto en sus libros, por ello es muy importante que incluyamos dentro de nuestra rutina este momento, para que nuestros adultos se den cuenta que escribir es la mejor manera de comunicarnos con otros.

Siempre y cuando alguien lea lo que escribimos, podemos decir que comprendemos lo que significa aprender a leer y escribir como un acto comunicativo. Pero para que verdaderamente esto suceda, necesitamos como parte de nuestra rutina diaria en la asesoría incluir la lectura de nuestra propia escritura, y la del adulto, de frente a otros que también tienen la capacidad de decir algo en torno a lo que escribimos”.

Se les pide a los asesores que continúen escribiendo otros 10 minutos, se les indica que no olviden ponerle a su escrito su nombre completo. Al terminar se les pide que regresen a su compañero sus hojas, incluyendo lo que ellos escribieron sobre su escrito. Den lectura en silencio a los comentarios del compañero. Por último se recogen todos los trabajos, producto de ésta actividad.

De acuerdo al tiempo de la actividad, es posible integrar el siguiente fragmento de un registro de observación de un Círculo de Estudio.

" El aula donde estudian cuenta con 2 mesas donde cada educando que va llegando toma lugar donde desee y abre el módulo que esté trabajando. Causaba gracia que conforme se integraban al Círculo de Estudio cuestionaban a sus compañeros ¿por qué están callados? ¿qué les pasa? Etc. A lo que contestaban riendo ¡es que faltabas tú¡ ¡te estábamos esperando¡ ¡ es que todavía no llegabas¡ hasta que uno se atrevió a decir, cállate que no vez que están aquí dos observadoras (señalándonos), uno de ellos dijo en voz un poco moderada para que la asesora no escuchara, puedo decir algo volteando con nosotras.Cuando entré pensé que eran edecanes a lo que otros compañeros se unieron con risas y comentarios similares; mientras Carmen una señora adulta mostraba mucha seriedad y timidez volteando de reojo a verme pues estaba cerca de ella, contestaba su módulo pero se detenía a verlo y parecía leer la indicación pero no podía contestar porque su mirada reflejaba tristeza y preocupación, preguntaba a su compañera de lado y ésta le indicaba cómo le hiciera ó asentía con la cabeza afirmando que el procedimiento era correcto, en una ocasión su compañera le cuestionó su “lentitud” y le dijo que tenía su vista cansada, y casi al finalizar la sesión la asesora le pregunto ¿cómo vas Carmela? ¡Vente junto a mi¡ ¡a ti sí me interesa tenerte cerca¡ y se acercó a ella; en el transcurso de la hora sólo terminó una página de su módulo. Se le veía cansada y con desánimo. Hugo llegó tarde a la sesión y fue uno de los que bromeó ¿qué pasa, por qué están serios y callados? ¿Me equivoqué de salón? Se sentó y abrió un poco enfadado su módulo, e inmediatamente se colocó sus audífonos al tiempo que “leía” para empezar su actividad, pero no parecía entender la indicación, después de rato la asesora se acercó con él y al tocarlo del hombro se sobresaltó, probablemente estaba tan absorto en la música que no se percato de la presencia de la asesora, y ésta le preguntó ¿cómo vas Hugo?...”

Observación de un día de asesoría en un Círculo de Estudio, abril 2009. Muchas gracias.

Departamento de Investigación EducativaDirección Académica